Gangs de Nueva York
Herbert Asbury
Bajo una densa atmósfera, que casi
se puede cortar con un cuchillo, se esconde un lugar plagado de oscuros prostíbulos,
bares de mala muerte, cochambrosos edificios plagados de ratas y chinches, un
lugar donde la enfermedad, la marginación, el alcohol y las drogas corretean
como unos adolescentes por el campo, donde la violencia es la mejor respuesta y
la ley que impera es la del terror…este lugar es el Nueva York de la antesala y
del final de la Guerra civil americana
(1861-1865), un Nueva York oscuro y corrupto hasta los cimientos, poblado por
las más diversas y peligrosas bandas organizadas, desde camorristas hasta
verdaderos asesinos, la gran pobreza unido a una inmigración masiva sólo sirve para tener una única opción y es la de crear auténticos guetos, unos guetos en
unos barrios donde el futuro no existía y donde el presente era el auténtico infierno.
Esto es lo que era “La gran
manzana” y lo que nos describe en este ensayo Herbert Asbury, Nueva York está
poblada y dominada por unas terribles bandas, los barrios y calles de Five
points , Bowery o Hell´s Kitchen son el coto de caza de los Dead Rabits, los
Bowery boys, los Eatsmans, los Gophers o los Five pointers y no solo eso,
algunas de estas bandas tenían tentáculos en el propio ayuntamiento y eran
capaces de poner o quitar alcaldes.
El autor utiliza una afilada prosa
para describirnos la realidad de esta ciudad, consigue que nos sumerjamos en
esa atmósfera de polvo, sudor y miseria, nos explica como poco a poco las
autoridades intentan limar el poder de estas bandas, nos trasmite el hartazgo
de muchos de los habitantes de estos barrios cansados de presenciar muertes,
peleas y robos todos los días y de cómo presionan para que la policía actúe y
para que el ayuntamiento abandone la corrupción política y tome decisiones para
mejorar la calidad de vida de sus
ciudadanos.
Gangs de Nueva York es una interesantísima
obra sobre la cimentación de esta ciudad, prácticamente un estudio sociológico donde
la inmigración de distintos países, el recibimiento de los ya establecidos allí
y que creen que por el hecho de llevar allí más tiempo la ciudad les pertenece
o están legitimados para según qué cosas, junto con la extrema pobreza, la torpeza política, la corrupción,
la ausencia de autoridad, la falta de inversiones, o la nula sanidad, forman el rompecabezas final dando lugar a un caldo de cultivo ideal para que la regente omnímoda sea la violencia sin
sentido y cuanto más atroz mejor.
Un lienzo tenebroso, oscuro y capital, que llega
hasta los albores de los años veinte del siglo XX en el que las mafias toman el relevo de estas bandas. Pero
eso ya es otra historia.(Mafia, un siglo de la cosa nostra // Eric Frattini).
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