Soy mi juez y mi
condena,
mi camino y mi
cadena,
arrastro el tiempo
sin pena,
con mi cruz por escena
Paso tras paso sin
posible tropiezo,
sin teatro…
sin pronunciar un
rezo,
sin caída de amargura…
Tiento la suerte inocente
plantada erguida ante mí,
sin cruzar mirada con
mi ira,
sin acercar su mano
hacia mi alma cautiva,
solo mira cuando se
retira,
sin vida…
la suerte extinta…
Escrito por V.M.T
Exelente
ResponderEliminarMuchas gracias, te invito a visitar el resto del blog, un saludo.
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